Marketing viral
No existe ningún medio actual de publicidad más efectivo y eficaz, a pesar de los momentos actuales de coyuntura económica y crisis –en términos de impacto con el público diana y de economicidad en su uso- que las técnicas de marketing viral. Esta tipología encuadrada dentro de la publicidad tiene el propósito de desarrollar una serie de técnicas, ligadas a las redes sociales y las NTIC, para conseguir una expansión de un producto o marca a través de lo que podríamos llamar un “boca a boca digital” desde herramientas cada vez más presentes como son: Internet, las redes sociales o los nuevos dispositivos móviles. Por otro lado, podemos encontrarnos marketing viral, de manera más extensa, encubierta y expansiva, a través de Internet, incluyendo aquí herramientas como los blogs.
En concreto, la publicidad viral o marketing viral, se relaciona con esa labor social que está latente en Internet y en sus redes: las personas comparten todos los contenidos que les parecen interesantes. Por ello, para llevar a cabo el marketing de un producto desde Internet, las compañías de publicidad empacan y disfrazan ese producto de formatos atractivos como videoclips, imágenes muy llamativas e incluso juegos. Por otro lado, tienen los mimbres necesarios, a un bajo coste, para llegar al máximo número posible de personas y de una manera muy fácil y sencilla en comparación con otro tipo de estrategias, y de campañas de marketing, como el buzoneo o el correo directo.
Como en cualquier estrategia publicitaria, también en el marketing viral el éxito estaría ubicado en la consecución de una gran cantidad de clientes al menor coste posible y, después de conseguirlos, retenerlos como consumidores regulares de ese producto. Para ello, el uso de la publicidad por correo electrónico es un muy importante, a efectos de desarrollar esa comunicación de negocio más directa, fruto del anterior marketing viral, con el cliente.
En cualquier caso, a diferencia de otras formas de marketing por Internet, el marketing viral está muy alejado de los modelos spam, ya que lo que se consigue es que la propia persona sea la que anime a sus “amigos” en las redes sociales a que conozcan dicho producto, siendo ellos mismos agentes comerciales digitales. Es, como se decía antes, un “boca a boca digital” positivo en los resultados y que, de manera integrada se globaliza en lo que se conoce como un proceso de comunicación integral de marketing que, como casi todo lo que pertenece a este campo de lo digital y de las NTIC no tiene ni dos décadas de vida.