Uno de los campos con mayor auge en los últimos años, dentro de Internet y la Web, son las redes sociales que, por otra parte, no dejan de ser estructuras compuestas por personas las cuales se sirven de una conexión instantánea y de herramientas digitales para llevar a cabo su interacción en función de intereses, amistad, conocimientos u otros tipos de aspectos que provoquen dicha unión o nodo.
A pesar de que suena a algo actual e inminente, el concepto y el término de redes sociales viene de atrás, en concreto de varios siglos atrás, y se lo debemos a varios sociólogos como son Simmel, Tönnies y Durkheim. Ha sido la base conceptual de estos autores, así como la de otros teóricos de las redes sociales, las que han servido para dar corpus e integración al terreno de la informática, la comunicación social e Internet desde el software y la teoría de los Seis Grados de Separación que se basa en que cualquier persona del planeta está conectada con no más de seis personas.
Este totum provocó que a mediados de la década de los 90 se creasen herramientas ad hoc para que las personas se conectasen entre sí a través de Internet partiendo, en un primer nivel, de los conocidos. La popularización llegó a principios del siglo XXI a través de Myspace o Xing, hoy destacan Facebook o Twitter, destacando el en el procedimiento una forma de operar que se basa en: la comunicación, compartir conocimientos; comunidad, encontrar a personas como nosotros y, por último, cooperación, hacer cosas con los demás.
Las redes sociales continúan su progresión de la mano del avance de las Web 2.0 y 3.0, complementándose con otros campos como son: el marketing online, el marketing viral, la publicidad, la política o el periodismo. En la actualidad, la estructura de redes sociales, en función de su operatividad y de la consecución de unos objetivos, se clasifica en tres grandes grupos: por un lado tenemos a aquellos que pretenden conseguir la interacción horizontal; también están los que pretenden unir a un grupo específico de personas y, por último, están los que unen en función de la actividad.
En todos estos tipos existe una serie de constantes y conceptos comunes al uso de las redes sociales como son: la intermediación, la manera de conectarse con los demás; el conector; la centralidad o cercanía en la conexión, lo alejado o cercano que estamos con la persona que hemos conectado o, por citar otro más, la cohesión.